***************************Cuando sea el tiempo, me iré con vos**************************

El SuFrImIeNtO -Un JuEgO dE aZaR-

Bueno este posteo me va a llevar su tiempo. Primero te comento que es una actividad que hice el año pasado para filosofía en el profesorado. Voy a transcribir todo el texto a analizar y luego va a estar mi análisis.


Al que le gusta bien.. al que no mala suerte, porque si lee todo lo va a sentir como una perdida de tiempo, aunque tal vez al final no. Quien sabe.

EnJoY iT
Nadie exclama "¿Por qué tuvo que pasarme esto a mí?" cuando gana la lotería.


(Fragmento de Artes del buen vivir,
Roxana Kreimer, Ediciones Anarres)

"Nadie me parece más desgraciado que el que
nunca experimentó una desgracia. Piensa que 
entre los males que parecen tan terribles, no hay
ninguno que no podamos vencer; ninguno sobre el
cual no hayan triunfado los grandes hombres.
¡Sepamos triunfar también nosotros sobre algo!"
(Séneca)

La vida revela, incluso a los mas afortunados, la experiencia del sufrimiento. Hay quienes están mas protegidos contra el riesgo de padecer sufrimientos, y las condiciones socioeconomicas son un reaseguro contra gran cantidad de riesgos. Sin embargo, nadie esta a salvo del dolor. Quien teme los dolores, teme lo que necesariamente habrá de alcanzarlo, tarde o temprano. Cuando alguien sufre y exclama: "¿Por qué tuvo que pasar esto?", nos muestra su consternación y el sin sentido del mal. Cuando alguien sufre y exclama: " ¿Por qué tuvo que pasarme esto a mi?" nos muestra el lugar accidental - y no necesario - que le asignamos al dolor en nuesta vida. Nadie exclama "¿Por qué tuvo que pasarme esto a mí?" cuando gana la lotería. Sentimos que el placer nos corresponde naturalmente.
El sufrimiento, en cambio, limita nuestras expectativas futuras o las suprime dolorosamente. Se vincula con la pretensión de poseer por completo algo que está sujeto al cambio, que es la forma mas general de ser de todos los objetos y fenómenos. Reduce nuestra capacidad de obrar y, en situaciones extremas, se impone con tal fuerza que nos oprime el corazón y nos produce una feroz cerrazón en la garganta.
Algunas religiones juzgaron que el dolor es un castigo que infligen los dioses, análogo al castigo que el padre inflinge al hijo. En contraste con esta perspectiva, es posible pensar que el sufrimiento no es un desvío en la fluida autopista del placer sino su contracara. En el contexto de la filosofía china, el tándem placer-dolor constituye un juego de opuestos más de los que rigen la armonía de todo lo existente.
Día y noche, femenino y masculino, frío y caliente, placer y dolor. Sufrimos porque hemos gozado. No como castigo por haber gozado. Si hemos de gozar, tendremos que saber que estaremos mas expuestos al sufrimiento. Lao-Tzé lo dijo así: "Sólo reconocemos el mal por comparación con el bien". Y Platón en el Fedón: "¡Qué extraña cosa, amigos, parece ser eso que los hombres llaman placer! ¡Cuán admirablemente está relacionado por naturaleza con lo que parece ser su contrario, el dolor! No quieren presentarse los dos juntos en el hombre, pero si alguien posee uno de ellos, casi siempre está obligado a poseer también el otro, como si estuvieran atadas por una sola cabeza, a pesar de ser dos".
Frente a esta perspectiva, algunas filosofía - entre ellas la de los estoicos mas radicales - razonaron: "Si el placer suele venir de la mano del dolor, extirpémoslo como si se tratara de un cáncer. Si no gozamos, tampoco sufriremos". Filósofos menos drásticos encontraron que esa actitud, lejos de ser prudente, es propia de insensibles.
Hay factores que contribuyen enormemente a agudizar el sufrimiento. Uno de ellos es la sorpresa. Un ser querido que jamás tuvo dolencias cardiacas muere joven de un ataque al corazón; nos echan sospresivamente del trabajo, un amigo nos traiciona. En estos casos el sufrimiento se agudiza con la consternación, que es el sentimiento que suma la sorpresa al dolor. Un dolor sorpresivo -todos los sabemos- suele ser mucho más agudo que un dolor anunciado. Cuando cede el asombro, el dolor pierde parte de su ferocidad.
Otro factor que contribuye a agudizar el sufrimiento es el cambio de hábitos. Nos echan del trabajo y además del sueldo extrañamos el almuerzo compartido con los compañeros. Nos separamos de nuestra pareja, y parte del sufrimiento que padecemos obedece a que extrañamos los innúmeros rituales compartidos a lo largo de los años, esos amados ritmos que en su momento nos hicieron optar por lo bueno conocido. El poder de la costumbre revela los limites de la razón: el fumador sabe que el habito de fumar puede sustraerle la vida misma (su razón ha sido persuadida sobre los peligros del cigarrillo), una vida que él desea fervientemente conservar, pero intenta dejar de fumar y no lo logra. El habito somete como un déspota sanguinario. No siempre es posible librarse de él mediante razones, es preciso generar las condiciones para que otros habitos los suplanten. Esa transición -entre un universo de habitos y otro. suele ser dolorisisima.
Otro factor que contribuye a agudizar el dolor es el horror mismo al sufrimiento. Cuando se le hace mal a alguien, no solo aparece el dolor o la angustia sino también el horror al dolor. Sufrimos por la pena que nos embarga, y tambien por autocompasión, por la injusticia de la que sentimos ser objeto. "La parte del alma que pregunta ¿por qué se me hace mal? es la parte de todo ser humano que ha permanecidointacta desde la infancia", escribe Simone Weil. El desarrollo de la medicina y las imagenes publicitarias de la felicidad favorecen este horror al sufrimiento. Como si el dolor -o los problemas en general- no formaran parte de la vida.
Algunos de los males decisivos que nos aquejan son inevitables. No estan en nuestro poder. Muere un ser querido, y no pudimos hacer nada para evitarlo. Diversas corrientes de pensamiento - entre ellas el estoicismo y el budismo - Confluyen en subrayar la necesidad de aceptar las circunstancias adversas y el dolor. Aceptar el cambio, incluso si es doloroso. Aceptar que el dolor es parte de la vida. Sufro, entonces existo. " De hombres es sentir los males, y flaqueza no sufrirlos", dice un refran popular.
A esta aceptacion del dolor el budismo la llamó desapego y el estoicismo, amor fati (amor por los hechos). El amor fati no es la aceptación pasiva de la resignacion sino la aceptacion valiente de lo que ocurre. Loque es inevitable no debe lamentarse en exceso. Algo que ya ha sucedido no puede cambiarse, de modo que es inutil perder tiempo pensando que podria haber sido de otro modo. Los males inevitables hay que soportarlos y resevar nuestra energia para ahorrar los males evitables. Aunque las versiones mas extremas del estoicismo conducen a una obediencia ciega al orden del mundo, a una resignacion allí donde debería haber rebeldía, en las versiones más moderadas el amor fati es compatible con la posibilidad de revisar los aspectos que uno pede modificar, con la de dotarnos de los medios que dependen de nosotros para transformar el mundo, sin por ello desperdiciar energia en aquello que no pude cambiarse.
Aristoteles y los estoicos dividen los problemas en dos: los que estan en nuestro poder, y los que no estan en nuestro poder. Respecto a estos últimos, de lo que se trata es de entrenarnos para sufrir lo menos posible. Aceptacion valiente del dolor, de los problemas, de las angustias y de los pavores como una parte necesaria de la vida, como el revés de la alegría, el gozo y la tranquilidad. Aunque gran cantidad de cosas no dependen de nosotros, hay algo que sí está en nuestro poder. Y es el modo de reaccionar frente a lo que nos sucede, incluso cuando debemos oprtar entre dos alternativas que no hemos elegido. Epicteto formuló asi esta idea: "No busques que los acontecimientos sucedan como tú quieres, sino que desea que, sucedan como sucedan, tú salgas bien parado". El jugador no elige las cartas que le tocan en suerte, pero debe jugar de la mejor manera que le resulte posible. Si una mano no resulta favorable, la siguiente podrá revertir el juego. Esta diferencia entrene lo que nos pasa y el modo en que reaccionamos frente a lo que nos pasa implica qie no sufrimos tanto por lo que nos sucede como por el modo en que valoramos lo que nos sucede. loque ocurre a una persona en su vida es menos importante que la manera de sentirlo. Una mujer puede enterarse de que es infrértil y adoptar un niño sin hacerse mayor problema. Ante la misma noticia, otra mujer puede creer que su vida ya no tiene sentido, puesto que a su modo de ver una mujer no puede sentirse "adulta", "completa" ni valorada socialmente cuando no da a luz un hijo gestado en su propio vientre. Comparemos la impresion que nos producen los mismos acontecimientos en etapas dsitintas de nuestra vida. Podemos sufrir mas porquedarnos sin nuestro segundo trabajo, aun sabiendo que contamos con dinero suficiente como para sobrevivir, que lo que sufrimos años atras cuando nos echaron de nuestro único trabajo y contabamos con un sólo sueldo. No nos alegramos ni nos entristecemos por lo que son las cosas en sí mismas, sino por lo que representan para nosotros a través de las apreciaciones que hacemos de ellas. No nos sentimos bien o mal si no es por comparacion. De ahí que alguien pueda suicidarse porque perdió diez millones de dólares y se queó "solo" con doscientos mil, una cifra con la que muchos se sentirían millonarios.
La filosofia nos enseña que nuestro dolor no es sólo personal, que hay razones que no son individuales y que estructuran nuestro dolo. Esto nos permite participar y comprender en alguna medida los infortunios que padecen los demás, aprender de su experiencia y ofrecer nuestra propia experiencia a los otros. "Estando tú mismo lleno de llagas, eres médico de otros", escribe Eurípides. La ideade que sufrir tambien es tener la oportunidad de comprender el infortunio de los otros repugna a nuestro individualismo, y en particular a los filosofos del egoísmo, que enseñan la mejor manera de salvarse solo. Sin embargo, no es extraña al budista, que no se siente separado de las demas personas ni de los que vienen en pos de él.
Filosofamos porque sufrimos, porque entristecemos y nos angustiamos. Los problemas desentierran al filosodo que todos llevamos dentro. Aun quien no sabe que filosofa, filosofa cuando sufre. El budismos y el estoicismo son dos filosofías que enseñan a adaptarse a los cambios. "¿Hay algo en el mundo que esté al abrigo de los cambios? La tierra, el cielo, toda la inmensa maquina del universo no estan exentos de cambios", escribe Séneca. Ambas filosofias enseñan también a soportar el dolor, contentarse con lo que se tiene y desarrollar la virtud mas allá de las contingencias de la suerte, que en un abrir y cerrar de ojos puede quitarnos los bienes que nos procuró. Si somos virtuosos, diría un estoico, es decir, si somos justos y por tanto vivimos procurando no hacer daño a los demás, y protegiendo a quienes debemos amparar, si tenemos inteligencia práctica (phronesis) y sabemos actiar convenientemente en cada momento, si somo valientes y podemos escapar al puro juego de los instintos desarrollando nuestra capacidad de vencer el miedo y tolerar la adversidad, si somos moderados y por lo tanto no compramos placeres al precio de dolores, si somos humiles y tenemos consciencia de los limites de nosotros mismos, hay un bien crucial que el sufrimiento no puede quitarnos. Sin embargo, un virtuoso oprimido por terribles desgracias dificilmente pueda vivir muchos momentos de alegri. Los estoicos mas extremos postularon que si, que el sabio puede ser feliz porque es autonomo y posee la virtud, aquello que nadie le puede arrebatar. Al igual que el Job biblico, Estilpón pierde a su mujer y a sus hijos, su ciudad es tomada por asalto, pierde su casa y se exilia en la soledad. Demetrio le pregunta si no ha perdido nada y él responde: "Todos mis bienes están conmigo". Un estoico extremo lleva intactas sus riquezas a través de las villas incendiadas; en lo esencial se basta a si mismo y ésa es la medida de su felicidad. En contraste con esta perspectiva, Platón, Aristóteles y estoicos como Séneca postularon una variante mas moderada y razonable, poniendole limites a la esfera de la virtud: nadie puede ser feliz en el contexto de terribles desgracias; si bien la virtud es lo mas importante, tambien es necesaria la salud y son necesarios los bienes materiales y el reconocimiento de los demas. Sin embargo, de esto no se sigue que la dicha sea sinonimo de prosperidad.
El bienestar incluye necesariamente el dolor y la existencia de problemas, y el sabio sera feliz aun si le faltan los bienes externos. ¿Como aceptar el dolor? Del mismo modo que se habla, se camina, se contruye una casa o se maneja una computadora: aprendiendo. La virtud no es un don de la naturaleza: se aprende, se entrena y se enseña.
Quienes no estan habituados a enfrentar problemas o a sentir dolores, a menudo ceden ante el mas ligero contratiempo. Las primeras grandes desgracias (aun cuando irrumpan en un edad muy avanzada) con frecuencia son las peores, de alli que tantos adolescentes se suiciden por faltarles familiridad con el dolor. Quienes se han habituado a las adversidades suelen soportarlas con mayor firmeza y valentía. Con los años solemos adquirir cierta capacidad para defendernos de la angustia, lo que no significa que seamos insensibles a ella ni que necesariamente la padezcamos con menos intensidad.
El sufrimiento enseña a enfrentar las desgracias. Hay quien lamenta no poder soportar un golpe mas en un cuerpo marcado por el dolor, y hay quien puede enfrentar con valor la mas absoluta de las adversidades. "No hay como perderse para hacerse baquiano", dice un proverbio popular de buen sentido comun o buena opinion (doxa), que para Platón era el primer paso hacia la sabiduria. Virtud significa fuerza, no insensibilidad.
Acabamos de perder a un ser querido, sentimos que todo se derrumba y que jamas volveremos a ser dichosos. Cuando el dolor nos oprime el pecho, lo mejor que podemos hacer es gritar y llorar todo lo que sea necesario. Al cabo e tres meses, de siete meses o de un año, descubrimos que la alegria vuelve a ser posible. Hemos sido valientes porque no nos hemos paralizado frente a la desesperacion, hemos sobrevivido con firmeza de alma, paciencia y perseverancia.
"El jugador no elige las cartas que le tocan en suerte, pero debe jugar de la mejor manera posible"

(sepan disculpar la cantidad de faltas de ortografias pero la verdad estaba bastante cansado de escribir)


AhOrA mE tOcA a Mi Y a Mi GeNiO fIlOsOfO iNtErNO

"Sufro entonces existo", es uno de los principios en los que se basa el budismo. Con frases como esta se está haciendo referencia a la aceptaciòn del dolos, seria similar al decir "No hay mal que por bien no venga". Ensí, con este optimismo, se estaría hablando de la aceptacion de los hechos o del amor por los mismos tal como lo hacen los estoicos. Quienes al igual que Aristoteles, dividen los problemas en dos, aquellos que estan en nuestro poder y los que no lo estan, estos ultimos son aquellos que poseen un caracter mas sorpresivo, para que no nos afecten tanto, los estoicos y Aristoteles dicen que debemos "entrenar" para sufrir lo menos posible. A mi entender tendríamos que pasar por muchas "malas" experiencias para entrenarnos (pongo "malas" porque en este caso dejarian de serlo, ya que son parte de un entrenamiento para llevar mejor las situaciones dificiles). Volviendo a los problemas que no estan en nuestro poder, que pueden ser el cumplir un ciclo de vida o una sorpresa, esta ultima aumentaría el dolor, lo que provocaria sufrimiento y mas o menos igual sucedería con las situaciones que podemos "controlar" o capaz revertir, es allí donde aparece la "consternación", provocada por un sufrimiento previo. Esta consternación puede desembocar en sopresa tambien provocando asi mayor dolor. Creo que es muy dificl controlar una situacion cuando ya se pasó por el dolor y se está en el sufrimiento, muchas veces el querer buscar una salida puede terminar en una frustracion, lo que me parece que tambien provocaria mas dolos. Los estoicos proponen eliminar el sufrimiento, pero no se puede saber lo que es sufrir sin antes haber vivenciado cosas positivas, sin haber pasado por situaciones placenteras y debido a esta estrecha relación, se deberia eliminar el placer tambien, cosa que es imposible porque el hombre ya de por sí obra para conseguir "placeres", para llevar una vida lo mas confortable posible. El texto en algunos momentos me dió a pensar que sufrimos para luego gosar, esto lo "ví" en la parte que se habla de los medios, y lo que logré interpretar que al imponernos algo, una moda, un objeto, producto lo que sea y al decirnos "si no lo tenes, no sos nada", el hombre automaticamente por el deseo de obtener eso que se le impone, va a hacer todo lo posible por tenerlo, arriesgandose así a pasar por sufrimiento y dolor. Por lo tanto los objetos y los medios participan como agentes de cambio. ¿Qué pasa cuando no podemos obtenerlo? Podriamos llegar a sentir pena o autocompasion, lo que provocaria sufrimiento y este va a limitarnos respecto de nuestras espectativas o las va a suprimir de modo doloro, pero no nos olvidemos del optimismo de los estoicos. Depende de cada ser, la manera de reaccionar y el modo en que sucedan las cosas. De a cuerdo a como suframos los hechos nos vamos a dar cuenta nuestro modo de valorar las cosas. Es muy comun del ser humano la necesidad de compararse con otros, esto nos ayuda a sentirnos peor o mejor.
El texto tambien habla de la cualidad del hombre de ser compulsivo, de serlo se está mas expuesto al sufrimiento, creo yo que ante una desepción podria ser que se de esto. Es por ello que el parrafo dice que debemos ser moderados al comparar placeres, conociendo nuestros propios limites hay un bien que el sufrimiento no nos puede quitar, pero ¿como conocemos nuestros limites? ¿sufriendo previamente?. Volvemos a caer en el "etrenarnos para sufrir menos", se aprende, se entrena y se enseña. El ser virtuoso, no es el insensible, si no aquel que es fuerte, o sea aquel que sufrió mucho, porque en conclusión cuanto mas se sufre mayor tolerancia al dolor se tiene.
En sí me parece medio ridiculo esto de "entrenarnos", porque no todas las situaciones siempre van a ser iguales, algo de sorpresa van a tener lo que siempre nos va a provocar mayor dolor. Es alg azaroso, el sufrir.
Por esto me quedo con una frase del texto ..."El jugador no elige las cartas que le tocan en suerte, pero debe jugar de la mejor manera posible" y tambien me quedo con algo que digo siempre "ya está, ya pasó, para que te lamentas por algo viejo, limitate a vivir el ahora, que así te preparas para el futuro".


Al que se leyó todo esto lo felicito! Opinen algo si quieren o si no quieren bueno no importa. 
Chupetines para los que lean todo!
chupen su suerte